Sustentabilidad
Cómo evitar el desperdicio de alimentos y otros tips desde el 'foodservice' para el desarrollo sostenible
12/8/2022
Sin duda, en los recientes años el tic tac del reloj del mundo se acerca a un punto de no retorno en materia ambiental. Este escenario desde luego afecta a las personas, comunidades e industrias de todo tipo y a escala global. Afortunadamente, también existen iniciativas que están impulsando un cambio significativo que asegure un futuro sostenible para todos los habitantes del planeta.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU son parte de estas acciones. Lanzados en 2015, los ODS se interrelacionan entre sí e incorporan barreras globales a las que nos enfrentamos día con día, como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático y la degradación ambiental. Por supuesto, esto abarca a todo tipo de industrias, desde las micro hasta las grandes, donde el foodservice juega un papel fundamental para asegurar su cumplimiento en la práctica, con el factor alimentario como punta de lanza.
Y es que como pilar estratégico en la economía del país que en la post pandemia enfrenta retos significativos, el foodservice es pieza fundamental en la integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ya que de esa manera asegura el futuro de todos los actores del sector, como los son los productores, proveedores y consumidores finales; sin duda, se trata de un compromiso compartido en beneficio de las comunidades.
De acuerdo con lo anterior, repasamos 3 recomendaciones clave para los negocios de comida, enfocadas a impulsar el desarrollo sostenible en México, de cara al avance de las manecillas del llamado doomsday clock o reloj simbólico del fin del mundo:
1. El desperdicio de alimentos
De acuerdo con datos del estudio “La Responsabilidad Social en México desde un enfoque sectorial”, antes de la pandemia el desperdicio de alimentos ya era el principal reto para el sector de alimentos y bebidas, con un 45% de los negocios subrayando el fenómeno. En este tenor, el “Índice de desperdicios de alimentos 2021” revela que se desperdician 53 kilos de comida por mexicano al año, esto por encima de Belice, Colombia y Brasil en la región.
Si bien la mayoría de este desperdicio se origina en los hogares, el foodservice aporta un significativo 26%; esto se traduce en un impacto económico, social y medioambiental, ya que de aquí proviene una cantidad importante de emisiones de gases de efecto invernadero. Ante ello, algunas pequeñas pero importantes acciones que los negocios de comida pueden implementar son:
Planificar compras de insumos en cantidades correctas.
Impulsar campañas de donación de comida a albergues, ONG´s y comedores.
Mantener el refrigerador a una temperatura adecuada (alrededor de los 5°C), así como optimizar todos los utensilios de cocina para evitar desperdicio de energía eléctrica.
Impulsar el reciclaje, correcta organización y reutilización de residuos sólidos.
2. ¿Qué pasa con los bioplásticos?
Otro talón de Aquiles moderno en el mundo del foodservice son los plásticos, empaques y recipientes desechables. Si bien en la Ciudad de México desde el 2020 fue aprobada la legislación que prohíbe la comercialización, distribución y entrega de plásticos de un solo uso derivados del petróleo —bolsas, popotes, cubiertos—, lo cierto es que el uso de estos materiales se intensificó con el delivery de alimentos durante la emergencia sanitaria. Es decir, el cambió no vendrá de la noche a la mañana y aún queda mucho camino por recorrer.
Una alternativa innovadora que está revolucionando la industria de los bioplásticos son los productos 100% biodegradables/compostables fabricados con… ¡huesos de aguacate! De la mano de Simplot, la empresa mexicana Biofase logró crear un polímero nuevo y único, utilizando un compuesto aislado de las semillas del aguacate, recuperadas de la producción de aguacate y Pulpa de Aguacate Simplot®, provenientes de sus dos plantas en el país. Esto se traduce en un beneficio para los consumidores, los fabricantes de bioplásticos y la industria mexicana del aguacate, la cual genera unas 300 mil toneladas de huesos cada año.
3. Alimentos congelados: ahorrador definitivo
La congelación de alimentos siempre ha sido una estrategia valiosa para “preservar las cosechas”. Aún hoy, congelar reduce el deterioro y conserva los nutrientes de los alimentos sin la necesidad de agregar ingredientes artificiales, por ello este tipo de insumos se posicionan como rutas de ahorro más sustentables para los negocios de comida, esto al tiempo que son nutritivos, evitan el desperdicio de comida y optimizan los inventarios con menos costos.
De hecho, de acuerdo con el reporte “Fresh vs. Frozen. The future of fresh in a changing competitive landscape”, de Deloitte, tanto consumidores como negocios de comida están más abiertos a probar alternativas a los productos frescos cuando se enfrentan a la falta de éstos. De acuerdo con el reporte, el 18% de los consumidores y negocios que los probaron, aseguraron que los productos congelados eran tan buenos o mejores que los frescos.
Finalmente, es necesario remarcar que el foodservice es responsable de cerca del 25% de las emisiones de CO2 que se generan a nivel mundial como consecuencia de la actividad agrícola. Por ello, impulsar mejores escenarios de cultivo utilizando menos agua, así como ahorros y eficiencias en los procesos de una forma más sostenible, se convierten en un imperativo básico para este sector, buscando generar tremendos beneficios para todo el planeta. Si quieres conocer más sobre éstas y otras claves, síguenos en el blog para tener acceso a más contenidos